miércoles, 31 de diciembre de 2014

La prehistoria debió ser un lugar muy bello (2015 dixit)

Estaba en una discoteca cantando una canción, cuando caí en la cuenta de que el mensaje debía mandarlo a un buen receptor y no a un conjunto de seres que se comportan como zombies. Así que corté mi sílaba en el NUN y corrí a coger el abrigo, sacar las llaves del coche, arrancar, conducir hasta aquella playa (donde tiempo atrás había reído contigo hasta tal punto que las comisuras de los labios me dolían), me bajé del coche y di un portazo que calló a la quietud de la noche y grité tan fuerte como pude, como un lobo nacido en mi interior:

¡NUNCA!
Tú que me abandonas. Que siempre estás ahí para escucharme y todos los meses te ocultas y me das la espalda.
Maldita seas.
Yo que te necesito, porque te amo, porque te cuido, no me dejes solo.
Puta.
Hija de puta.
No me abandones, por favor.

Pero ella seguía impasible. Inerte. Yerma. Árida. Solitaria. Y me dio pena aquella belleza a la que estaba increpando. Aquella inalcanzable esfera que tendría que soportar a miles de locos como yo durante toda su vida. A quién le contaría ella sus penas, sus miedos y sus ilusiones. Creo que buscaba alguien en el mundo que estuviese callado y la escuchara, que no pidiera nada a cambio. Así que decidí ser yo ése que buscaba, para ver si así no me abandonaba cada mes. Quizá se quedaría conmigo todas las noches, haciéndome compañía, iluminando mi camino, abrazando mi sombra.

- Te sorprendería ver lo que la gente pide. “Que me peinen”, me pidió un señor mayor.
- Creía que eras una estúpida y arrogante. Porque eres muy bella y no es lo normal. Todas las guapas sabéis que lo sois, nos abandonáis y sólo habláis de vosotras.
- Es cierto. Pero todas no somos así. ¿Me perdonas? Me quedaré contigo y te prometo que no me iré.


Las criaturas del bosque rechinaban sus dientes y sus ojos se mofaban de mí. Los maldije, “vosotros que no habéis encontrado el amor”, y giré mi espalda, cuando vi a mi amada menguar.

Amor sin memoria, es la única manera.

Y esas criaturas que sólo comían, cagaban y copulaban se jactaban del pobre joven que la esperaba cada noche, apareciera o no. Que nunca le dijo "GRACIAS", porque eso sonaba a "adiós para siempre".
Con la espalda señalada de dedos que lo apuntaban, llegó a ser viejo, que había olvidado todo hasta que un día acertó a decir:

- Yo quiero que me peines estos tres pelos que me quedan.





Y ahora, como las viejas glorias que quieren pensar que todavía hay esperanza, [aunque las lágrimas caigan en tus labios y aunque tome otro trago (y tosa de todo lo que fumé anoche)],
Basta
Porque te perdonaré.

Compadécete de las personas… a saber de qué se han enamorado.

Si los tiempos pasados suelen ser los mejores... la prehistoria debió ser un lugar muy bello, allí donde no hay recuerdos. Donde nada existe, donde todo está por llegar.



miércoles, 3 de diciembre de 2014

Casi otoño

Era casi otoño
Y apenas vimos que ni el más puro jabón podría borrar todas las huellas
que las hojas empezaban a viajar
que aquel verano frenético se nos escapaba de las manos
y huía como los pájaros de la tormenta.

Estuvimos ahí, al final de la noche
Luchando como si nos fuera la vida en ello
Porque no queríamos dejar escapar aquello tan atractivo
Aquello tan único que nadie había hecho
Que era nuestra creación
Y corrimos, saltando, desnudos, con una sonrisa que no cabía entre las comisuras de los labios.

Pero no supimos que estábamos escribiendo
todos los desperfectos
Hasta que París me apuñaló
y volvió casi primavera.

martes, 28 de octubre de 2014

"Me quiero mucho"

¿Qué pasaría si me enamorara de mí mismo?

Conectado con:

· Atribuir un poder extraordinario a la misma persona
"Todo lo que me propongo lo consigo"
· Atribuir una desesperanza volcada a la sociedad
"No voy a encontrar a nadie como yo"
· Atribuir una cualidad de dependencia y justicia
"Necesito sentirme como hago sentir a los demás"


, escribía un chico en un papel, planteando una hipótesis y dispuesto a experimentarla.


________________________________________

Y así pues, comencé a enamorarme de mí mismo. Llevaba viéndome hace muchos años, toda la vida. Pero nunca había hablado conmigo. Así que un día me lancé, y me dije:
- ¿Qué haces esta tarde?
Y reaccioné lento, como siempre, hasta que acerté a decir:
- Nada, ¿y tú?

Fue un bonito paseo. De esos que no importa por dónde vayas, porque tu mente va descubriendo y conociendo a alguien. Como todos los principios: 50% prometedores e ilusionantes, 50% escepticismo y miedo a que nos hieran otra vez.

- Tranquilo-me dije-. Soy buena gente. No te voy a mentir nunca.
- ...-me quedé pensativo por lo que acababa de decirme-. Me has quitado las palabras de la boca.

Y me acosté pensando en lo sucedido, en que yo era un chico muy parecido a mí.


Tenía miedo que lo bonito del principio se esfumara y diera paso a una rutina de obligaciones, compromisos y desapego. Sin embargo, había algo en mí que encontraba incansable: las ganas por experimentar y vivir.

- No te preocupes. Somos lo suficientemente vivos, inteligentes y curiosos como para llegar al aburrimiento...
- ...siempre descubrirás algo nuevo conmigo -terminé yo la frase que salió de mis labios.

Y así, poco a poco, fui convenciéndome de que yo merecía la pena. Que yo tenía los atributos que siempre había buscado en un chico. Y ese porcentaje antagónico empezó a disiparse, mientras mi corazón empezaba a galopar.
Todos me encontraban más feliz. Yo era más feliz. Estaba deseando tener un rato para hablar conmigo mismo, para contarme historias que me habían contado, para llevarme a un sitio donde tomar fotografías muy chulas. Empecé a verme guapo y me enorgullecía ir a todos los sitios con un chico así. Creo que me estaba enamorando. Porque le veía en el cuarto de baño, en la entrada de casa, en la universidad, en el reflejo de donde fuera, siempre que iba conmigo. Y me sonreías como yo te sonreía, diciéndote con la mirada
Disfruta del día, guapo
Y respiraba de una forma que el aire de mis pulmones se renovaba por completo, al saber que hay alguien ahí al que le importo y que su corazón me desea un buen día; y que yo correspondo repitiéndole las palabras al unísono: como dos almas gemelas.

Claro que también se enfadaba a veces porque quizás no actúo bien siempre, pero siempre lo hacía para que mejorase. Y cuando yo estaba mal, aunque él también estuviese jodido, me ayudaba y me daba cariño. Igual que yo a él: ser fuerte con una sonrisa, y me sentía bien cuando siempre me respondía sonriendo.
Algunas veces yo le dejaba notas por la casa para que cuando llegara del trabajo las encontrara. Me iba de casa con alegría, emocionado por preparar una sorpresa. Y a veces él me dejaba notas por la casa, y cuando yo llegaba del trabajo pensaba
Ay por favor, qué bonico

Yo sabía que todo esto era una locura. Y que seguía en mi sano juicio, pero me hacía sentir muy bien. Así que yo me mandaba mensajes a mí, desde el trabajo al móvil de casa, para luego leerlos al final del día. Y yo me arreglaba y te traía una rosa para salir a cenar conmigo, y cuando te veía que tú estabas ahí
igualito que yo,
pensaba:
Estoy hecho para mí


En uno de aquellos paseos conmigo, caímos en la cuenta de que quizá estábamos llegando demasiado lejos. Al fin y al cabo, nunca podrías tocarme, ni besarme. Así que decidí
ser mi alma gemela,
ser mi mejor amigo,
ser mi mayor apoyo,
mi mayor fuente de "qué guapo eres",
aquella persona con la que compartir cuantos caprichos me apetecieran.



Ahí fuera había besos mundanos. Sexo en sentido estricto. Sexo con cariño. Pero no sexo con amor y admiración.
Hasta que un día encontré por casualidad a alguien ajeno a mí, que se parecía mucho a aquel yo que se preocupaba por mí, a aquel yo que me hacía regalos, a aquel yo que me había conocido y hecho parte de mi vida,
a aquel yo que era como yo, salvo que eras tú.

Y me di gracias a mí mismo por acompañarme en este viaje, donde nunca dejé de cansarme de mí mismo y me había ayudado tanto a mí mismo, que nunca me olvidaré de mí.



______________________________________

En efecto, está conectado con:

· Si me lo propongo y de verdad lo siento, conquisto a quien sea.

· Como yo no hay nadie, hasta que un día hay alguien 99% como yo.

· Sé como quieres que sean contigo.



, escribió un chico como conclusiones a su experimento.

sábado, 25 de octubre de 2014

El jaguar y la rosa



La poderosa vista del jaguar ha identificado una rosa que apenas sobresale de entre las matas.

Pero, ¿qué hace allí, en medio de la sabana, un jaguar y una rosa?

El rumor le advierte de la presencia felina. Siente cómo su savia herbácea regurgita, se acelera y hace olvidar el letargo mental, monótono y resecado en el que se encontraba.

El jaguar se acerca firmemente. Sabe que va a sangrar si la devora, pero el aroma lo posee, lo despoja de sus párpados y le hace salivar.

La rosa sabe que va a morir, por eso afila sus pinchas pero se viste eléctrica y destellante.

Y el momento se acerca, y contemplan su respectiva belleza, desafiando amor y ego.

- Voy a devorarte y a acabar contigo.
- Sí, pero sólo una vez.

Y aunque estén uno dentro del otro, se escucha:

- Elige tus últimas palabras.

Y aunque quisieron prolongar el segundo hasta el infinito, retumbó:

- Elígelas, porque después ninguno dirá nada.

Y el jaguar, sin párpados
sin pestañas
sin mirada,
pensó:
Maldita sea, una vez más...


["Como un jaguar que ve una rosa
que necesita respirar en medio de la sabana
y que quiere dejar de respirar en sus fauces
Dos extraños en aquel paraje
dos espíritus que desafían su amor y su ego
un jaguar que se acerca a un aroma dulce
a un terciopelo esmaltado
una rosa que oye el miedo y susurra excitación..
La energía y virilidad que sangran con la quietud espinosa
y aunque estén uno dentro del otro
elige tus últimas palabras
y aunque quieran prolongar el segundo al infinito
elígelas
porque después ninguno dirá nada."]

miércoles, 5 de febrero de 2014

Contra el recuerdo

Contra el recuerdo
Del día más perdido de mi vida
Si voy, si vengo
Si quiero ir o quiero volver
A dónde ir, qué debo hacer.
Contra el recuerdo de otro mundo,
Solitario el mundo
Solitario yo
Lleno de desconocidas fachadas que ya conocía
Vacío de mi corazón que se llenaba de ti.
Pasos hacia una meta fría,
Gargantas anudadas hacia un futuro lejano
Que parecía próximo
Y volvía lejano.
Contra la luz, contra los giros, contra el ruido
STOP
Escribe tu papel
Recuerda tus pálpitos
Llora tus cristales
Rebaja tu mordaza
Despierta y háblate
Para que no olvides tus conquistas
Para qur nunca pestañees contra el recuerdo.

"Sin abrir los candados, me recordaré...".