viernes, 15 de enero de 2016

Los días que estoy sin mí

Hay días que hace frío (y lo detesto), así que me cabreo. Además, la pago contigo porque deberías cuidarme más y hacer que no me sintiera tan helado.
Hay algunos días que hace aún más frío, en los que voy más lento y me da tiempo a pensar por qué el chaquetón se me queda grande, si estaré adelgazando, o si me falta algo, o si es que está roto por algún lado porque el viento se escurre y me golpea.
Hay días en los que estoy sin ti y pienso que en vez de un chaquetón me hacen falta dos para suplir tu calor. Y como estoy solo, hablo conmigo mismo y me convenzo de que no debo ser tan exigente contigo, que debo estar más al margen.
-Todo eso pasa-me digo, mientras gano una batalla contra mi ego, y cada vez me hago más superviviente al necesitar menos.
Al fin y al cabo, siempre acepto... ¿qué mas da? Tengo la conciencia tranquila.
O no. A veces no. A veces creo que si algo va mal es por mí, porque no te he sabido escuchar, porque he sido egoísta, porque quería que me regalases algo a cambio de lo que yo te regalé (MAL: olvidé que no hay que esperar nada), o porque quería que tú me dijeses un Buenas noches cuando yo no podía hacerlo. Y siento que he actuado mal, que es mi culpa que estés así. No he sido lo bastante bueno. "Yo no me importo, soy fuerte y un superviviente", le digo al puto viento que se me cuela entre los calcetines.
Así que emprendo mi regreso a ti, te cedo mi chaquetón (los aventureros aguantan el frío), mientras de mi voz salen palabras como Perdóname por no haberte escuchado.
Hasta que la otra noche casi nos atropella un coche que seguramente iba bebido. Íbamos juntos y me soltaste de la mano para salvarte. Y pensé en tiempo atrás, lo que había hecho otra persona en una situación similar: íbamos separados, pero su reacción fue agarrarme la mano. Me acuerdo de pensar... "¿Por qué?", y oír como respuesta un "no sé, me ha salido".
Y el susto hizo despertar mi corazón, al ver que no somos tan fuertes como creemos, al ver que los supervivientes también mueren, y al ver cómo me había abandonado esos días.
Me di cuenta de que los días que paso contigo son los días que estoy sin mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario